Cartajima atrae a más de 2.000 visitantes en la XVIII Cata de Mosto, celebrando la tradición vitivinícola local.

Este sábado, más de 2.000 personas han llegado a Cartajima para participar en la Cata de Mosto, una celebración que resalta uno de los productos más emblemáticos del municipio, resultado de la rica tradición vitivinícola de la Serranía de Ronda. La festividad se desarrolla en plena temporada otoñal, coincidiendo con el esplendor de los castaños en el Valle del Genal, cuyas hojas tiñen el paisaje de tonalidades marrones, amarillas y ocres, características del conocido Bosque de Cobre.

Durante su visita a la localidad, que realizó junto a la alcaldesa Isabel Jiménez, el presidente de la Diputación, Francisco Salado, subrayó el carácter consolidado de este evento, que cuenta con el respaldo de la Diputación de Málaga.

La Cata de Mosto tiene sus orígenes en una tradición comunitaria, donde un grupo de vecinos de Cartajima ofrecía sus mostos a los residentes. Con el paso de los años, esta costumbre ha evolucionado hasta convertirse en una cata formal que cada vez atrae a más visitantes. Este año, un jurado especializado se encargará de seleccionar el mejor mosto de la cosecha, elevando aún más el nivel de la competición.

El evento tiene lugar en la Plaza Virgen del Rosario, donde tanto lugareños como turistas pueden comprar un jarrillo por diez euros, que les permite degustar todos los mostos participantes en la cata, que en esta edición son alrededor de quince. Este precio incluye, además, el disfrute de dos platos típicos de la localidad.

En paralelo a la cata, se lleva a cabo un concurso de repostería, que tiene como objetivo destacar los usos culinarios de otro de los productos estrella de la región: la deliciosa castaña del Valle del Genal.

El programa de actividades de la festividad está repleto de opciones para todos los públicos. Incluye una charla sobre enología, actuaciones musicales, actividades pensadas para los más pequeños, y un gran globo aerostático fijo, que ofrece una vista espectacular del paisaje del Bosque de Cobre. La jornada concluirá de manera festiva con el encendido del alumbrado navideño en la localidad.

Con esta cata, Cartajima no solo pone en valor su herencia vitivinícola, sino que también promueve el desarrollo cultural y social del municipio, convirtiendo un evento tradicional en una celebración comunitaria que invita a todos a disfrutar y a conocer más sobre su riqueza gastronómica y paisajística.

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