Cómo la tristeza de enero afecta nuestro bienestar y estrategias para superarla.
03/01/2025
Con el inicio del nuevo año, es habitual que muchas personas sientan un bajón en su estado de ánimo. Tras la pausa que suponen las festividades navideñas, donde predominan las celebraciones y los encuentros, enero llega con una mezcla de factores como la reactivación de la rutina, las restricciones económicas y la disminución de la luz solar, todos ellos influyendo en nuestro bienestar. Además, en este mes conmemoramos el Día Mundial de la Depresión, un momento idóneo para reflexionar sobre las acciones que podemos tomar para mejorar nuestro ánimo. Por lo tanto, es pertinente analizar lo que opinan los expertos acerca de esta tristeza que algunos pueden experimentar al inicio del año.
Según Noelia Romero, especialista en mindfulness y colaboradora de la aplicación de meditación Petit BamBou, hay diversos factores que pueden desencadenar este desánimo emocional.
Durante la temporada navideña, es frecuente que nos sintamos rodeados de un ambiente impregnado de expectativas. La publicidad y las presiones sociales fomentan la idea de una felicidad inquebrantable. Sin embargo, esto puede imponer un doloroso contraste a quienes enfrentan situaciones adversas. Muchos de nosotros debemos lidiar con la ausencia de seres queridos en las celebraciones o con circunstancias personales difíciles. Estas vivencias nos hacen más susceptibles cuando las festividades finalizan.
Menos luz, más melatonina: el efecto del invierno
La escasez de luz solar durante el invierno puede provocar el trastorno afectivo estacional (TAE). Este estado se origina por alteraciones en nuestros ritmos biológicos, como un incremento de la melatonina, que regula el sueño, junto con una reducción en la producción de serotonina, que es esencial para mantener un buen estado de ánimo. Así, enero, con sus días cortos, se convierte en un mes propenso a estos desequilibrios emocionales.
La rutina: un alivio y una carga
Después de las fiestas, la vuelta a las actividades cotidianas no siempre resulta sencilla. Si bien la rutina puede ofrecer estabilidad, durante el periodo festivo alteramos nuestros hábitos de descanso y horarios, lo que puede generar una sensación de ansiedad al tratar de ajustar nuestro ritmo habitual.
Resoluciones de Año Nuevo: una presión añadida
El comienzo del año suele implicar la idea de nuevos inicios. Aunque esto puede causar entusiasmo, también puede transformarse en una fuente de ansiedad. La presión por establecer y compartir metas puede llevar a la frustración, especialmente si no sabemos claramente hacia dónde dirigir nuestros esfuerzos. Romero aconseja que cualquier período del año es adecuado para trabajar en nuestros objetivos y que no debemos sentirnos mal si necesitamos tiempo para reflexionar.
El impacto de los gastos tras las fiestas
Las festividades suelen tener un efecto notable en nuestras finanzas, generando estrés al llegar el momento de hacer frente a los gastos adicionales. Planificar las compras con responsabilidad puede ser una estrategia eficaz para evitar la frustración que a menudo surge tras un gasto impulsivo.
Consejos para mejorar tu bienestar en enero
¿Cómo podemos superar esta depresión temporal? Romero ofrece algunas recomendaciones prácticas para manejar mejor este periodo:
- Dedica unos minutos a meditar diariamente. La meditación no solo contribuye a disminuir el estrés, sino que también mejora nuestra capacidad para gestionar las emociones y las expectativas.
- Conéctate con personas que te inspiren energía positiva. Comparte momentos con tus “personas vitamina”, disfruta de su compañía y no dudes en mostrar afecto, sonreír y reír.
- Promueve el autoconocimiento y la regulación emocional. Aprende a reconocer y manejar tus emociones para hacer frente a los desafíos diarios con mayor tranquilidad.
- Sé consciente a la hora de gastar. Antes de hacer una compra, pregúntate si realmente la necesitas y qué valor tendrá a largo plazo.
- Disfruta de actividades placenteras sin culpa. Dedica tiempo a lo que te genere bienestar, ya sea escuchar música, pintar o simplemente descansar.
Cómo la meditación puede ser beneficiosa
Practicar la meditación se convierte en una herramienta invaluable para atravesar esta etapa del año. Según Romero, no solo ayuda a gestionar el estrés, sino que también nos enseña a ser más compasivos con nosotros mismos, a moderar impulsos y a apreciar el presente. Aplicaciones como Petit BamBou ofrecen programas diseñados expresamente para estas necesidades, desde técnicas para recuperar energía hasta estrategias para liberar el estrés y fomentar un pensamiento positivo.
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