Cuida tus geranios en invierno para lograr una exuberante floración en primavera.

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Origen tropical

Aunque los geranios son icónicos en Europa - su introducción al continente data del siglo XVII - su hogar original se encuentra en Sudáfrica, donde crecen de manera natural en un clima tropical. Gracias a su resistencia, han encontrado un lugar en el corazón de los jardineros europeos, siendo especialmente queridos en España, el Reino Unido y Suiza. La variedad de colores de sus flores, que van desde el blanco hasta tonos rojos, amarillos, naranjas e incluso bicolores, alegran los espacios exteriores desde comienzos de la primavera.

Curiosidad: el geranio no solo es ornamental, sino que también posee propiedades medicinales. Ha sido utilizado históricamente para tratar afecciones respiratorias, entre otros beneficios.

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Amplia variedad de especies

El género Pelargonium incluye más de 250 especies, muchas de las cuales son muy populares y frecuentemente cultivadas en España. Entre ellas se encuentran las más comúnmente vistas en nuestros balcones.

- Geranio común (Pelargonium x hortorum): Una de las variedades más cultivadas, puede alcanzar hasta 60 cm de altura, exhibiendo flores en tonos blanco, morado y rojo.

- Geranio zonal (Pelargonium zonale): Ampliamente conocido, florece de primavera a otoño, requiriendo sol directo para prosperar.

- Geranio limón (Pelargonium crispum): Menos habitual, destaca por su intenso aroma a limón, actuando como repelente natural para ciertos insectos, ideal para plantar en jardines o huertos.

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Cuidado en invierno

Los geranios prefieren un sitio cálido y luminoso, idealmente con aproximadamente seis horas de luz solar diarias. Sin embargo, su mayor vulnerabilidad son las heladas. No soportan temperaturas inferiores a 10º C, por lo que es clave adaptar su cuidado durante los meses fríos.

Consejo: considera la posibilidad de cultivarlos en macetas para que puedas moverlos al interior cuando las temperaturas descienden.

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Necesidad de luz

Los geranios requieren luz abundante para crecer correctamente; un emplazamiento que reciba aproximadamente seis horas de sol es lo óptimo. En ausencia de luz adecuada, su crecimiento y floración se verán gravemente afectados. Si decides mantenerlos dentro en invierno, procura situarlos cerca de una ventana con orientación sur para maximizar la luz solar recibida.

Tip: si vives en una zona con inviernos suaves y careces de luz interior, considera dejarlos al aire libre con las debidas protecciones.

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Protección contra heladas

Mover los geranios al interior puede no ser siempre la mejor opción. Si no es posible, existen varias estrategias para proteger tus plantas. Puedes agrupar las macetas cerca de la pared de la casa para resguardarlas de las heladas. Otra opción es cubrirlas con plásticos utilizando tutores para crear un mini invernadero.

Además, la técnica de mulching, que consiste en cubrir la tierra con paja o corteza, puede ayudar a aislar las raíces del frío.

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Trasplante de geranios

Un cuidado importante durante el invierno es considerar el trasplante de los geranios a una maceta con sustrato adecuado. Esto es especialmente relevante si están plantados en el suelo del jardín. Al hacer esto, hay que tener cuidado de no dañar las raíces durante el proceso de extracción y colocarlos en un sustrato que asegure buen drenaje y nutrientes.

Lo recomendable es utilizar una mezcla de tierra de jardín, turba y perlita. Una vez pase el invierno, puedes replantarlos en el jardín, idealmente después de las heladas, en febrero o marzo.

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Riego en invierno

Los geranios no requieren un riego excesivo, especialmente en invierno. Si en verano se riega cada cuatro a cinco días, en invierno será suficiente regar una vez a la semana, asegurándose de que el sustrato esté seco antes de volver a hacerlo. Es esencial que el sustrato tenga un buen drenaje para evitar el encharcamiento.

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Poda de geranios

Realizar una poda adecuada a los geranios es crucial para su salud invernal. Te recomendamos podarlos a finales del otoño, eliminando ramas y hojas secas o dañadas. Mantén al menos tres o cuatro yemas en cada tallo para estimular un crecimiento saludable al inicio de la primavera.

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Abono en invierno

En la temporada invernal, los geranios entran en un periodo de reposo, por lo que no necesitan fertilización. Sin embargo, se recomienda un abono adecuado durante la época de crecimiento y floración, que abarca de marzo a octubre, utilizando un fertilizante líquido rico en potasio y fósforo.

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Multiplicación de geranios por esquejes

El invierno se presenta como un período propicio para reproducir geranios mediante esquejes. Selecciona brotes jóvenes, corta tallos que contengan al menos dos nudos y déjalos secar un día para evitar la pudrición. Unta los esquejes con hormonas de enraizamiento y plántalos en macetas con el sustrato correspondiente, asegurando buen riego inicial. Mantén los esquejes protegidos del frío hasta que desarrollen raíces.