El SIBO requiere un enfoque integral, no se soluciona con una única pastilla ni con estrictas prohibiciones.
13/06/2025

Comer de forma saludable cuando se padece SIBO (sobrecrecimiento bacteriano en el intestino delgado) o cualquier otro trastorno digestivo puede parecer complicado, pero no tiene que serlo. Una vez que se establece el diagnóstico, la alimentación puede convertirse en una poderosa aliada. Esto es precisamente lo que sostienen Asun González, bióloga y nutricionista especializada en salud digestiva, y Carmen Salas, fisioterapeuta y divulgadora en el ámbito de la salud y la alimentación. Ambas han decidido compilar sus recomendaciones, junto con más de 60 recetas antiinflamatorias, en su libro ¿Qué como con SIBO?, una guía que busca mejorar tu bienestar, aliviar síntomas y cuidar tu microbiota mientras redescubres el placer de cada comida. Tuvimos la oportunidad de conversar con las autoras sobre este tema.
Un aumento en los diagnósticos de SIBO
Las expertas consideran que hay una creciente cantidad de personas con síntomas digestivos y desequilibrios en la microbiota intestinal, muchos de ellos no diagnosticados durante mucho tiempo. Además, el SIBO se está diagnosticando más debido a una mayor disponibilidad de pruebas y un aumento en la conciencia sobre el papel crucial que juega el intestino en la salud general.
A pesar de la reciente atención mediática sobre el SIBO, no es un fenómeno nuevo; lleva presente más de un siglo, aunque su diagnóstico era poco común hasta hace poco. Ahora entendemos que puede estar detrás de muchos casos clasificados anteriormente como “dispepsia” o "síndrome del intestino irritable". Su tratamiento y diagnóstico, si se lleva a cabo correctamente, pueden llevar a una notable mejora, lo cual es una noticia alentadora.
Dudas generadas por el diagnóstico
El diagnóstico de SIBO suele dejar a los pacientes con más preguntas que respuestas. En el libro mencionan que muchos pacientes terminan con más inquietudes que alimentos en el plato, algo que han experimentado tanto a nivel personal como profesional. La falta de una guía clara y que proporcione información fiable puede intensificar esta confusión. Así, muchas personas piensan erroneamente que un alimento específico es la raíz de sus problemas, en vez de considerar su salud digestiva integral.
Frecuentemente, los pacientes salen de las consultas con una simple etiqueta, un tratamiento con antibióticos y una dieta restrictiva, sin recibir más información. Por eso, el objetivo del libro es transformar esa confusión en claridad y devolver el disfrute y la emoción al acto de comer.
Importancia de la dieta en el SIBO
La alimentación es un elemento esencial, no en forma de castigo ni como lista interminable de restricciones, sino como una herramienta poderosa para modular la microbiota y reducir la inflamación intestinal. Sin una alimentación adecuada, el tratamiento del SIBO será ineficaz. De hecho, en muchas ocasiones, un mal régimen alimenticio puede ser la causa del problema en sí.
Las autoras defienden que su propuesta se basa en una dieta pesco-mediterránea, dividida en tres fases, comenzando con una versión suave que puede incluir alimentos bajos en FODMAP para reducir los síntomas, mediante la reintroducción gradual de alimentos saludables, ricos en prebióticos y fermentados, así como en omega-3 y otros nutrientes que favorecen el equilibrio de la microbiota.
Dieta adaptada y personalización
No existe una única dieta que funcione para todos los pacientes con SIBO; la clave radica en adaptar la alimentación a las necesidades y condiciones de cada persona. La autora propone una dieta nutritiva y personal, que evite caer en la restricción prolongada y potencie la variedad, destacando que lo sanador es no sólo comer menos, sino dejar de pensar en los alimentos como enemigos.
Alimentos a evitar
Es recomendable eliminar ultraprocesados, azúcares, alcohol, refrescos y cualquier otro tipo de "comida basura". Según cada caso, se pueden restringir temporalmente ciertos alimentos ricos en FODMAP, pero siempre evitando caer en la trampa de una dieta restrictiva que pueda perjudicar la microbiota. El enfoque debe centrarse en lo que se puede comer, transformando la dieta en una fuente de nutrición y placer.
Perspectiva integral para la salud
Un enfoque adecuado puede no solo controlar el SIBO, sino mejorar la calidad de vida y revertir muchos síntomas. Se resalta que es imprescindible adoptar un estilo de vida saludable que contemple no solo la dieta, sino también aspectos como el descanso y la gestión emocional. En resumen, el SIBO debe abordarse desde una perspectiva integral, tratando no sólo de eliminar bacterias, sino de equilibrar la microbiota intestinal.
El papel de los probióticos y las proteínas
La inclusión de probióticos y alimentos fermentados de calidad es esencial, así como seguir una dieta rica en proteínas de alta calidad para mantener la salud. Las grasas saludables, seleccionadas adecuadamente, también son necesarias, siguiendo pautas que prioricen la digestión.
Por último, aseguran que la verdadera medicina puede encontrarse en la naturaleza, a través de una dieta que nutre el cuerpo y la mente.
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