En la tarde de hoy ha llegado la carreta con el simpecado de la Hemandad del Rocío de Ronda tras una romería llena de emociones, debido a los dos años que no se pudo disfrutar de la Reina de las Marismas.
Nadie podía presagiar lo ocurrido en la noche de ayer cuando salía la Virgen del Rocío por la aldea almonteña. Pasadas las tres horas desde su gran salida del Santuario y con una muchedumbre de fieles como testigo, el paso sufrió un desperfecto que hacía imposible la continuidad de la procesión. Un banco de la parte delantera derecha de las nuevas andas de la Virgen se resquebrajaba cuando se aproximaba a la Hermandad de Triana, lo que ha obligado a los almonteños a volver al templo en un tiempo récord para proteger a la venerada imagen y a quienes la portaban.
Sin duda, un Rocío atípico pero lleno de emociones. Muchos han sido los rondeños y serranos que han hecho el camino y hoy volvían extasiados por lo vivido. Toca vivir con el recuerdo y con la ilusión de un Rocío que volverá más pronto que tarde.