Las tortugas gigantes de las Islas Galápagos son animales muy protegidos, pero funcionarios de aduanas de Ecuador han descubierto un horrible crimen. Durante una inspección de rutina han encontrado 185 tortugas bebés envueltas en papel de plástico dentro de una maleta que debía hacer el camino entre el aeropuerto de Seymur en la isla de Baltra (Islas Galápagos) y la parte continental de Ecuador (Guayaquil). 

En las primeras investigaciones se indica que las tortugas son del género Chelonoidis de fauna silvestre protegida y se encuentran en la lista roja de especies amenazadas elaborada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza.

La tortuga gigante de las Galápagos es la mayor de las especies de tortugas terrestres que existen a día de hoy. Llega a pesar unos 400 kilos y mide aproximadamente unos 2 metros de longitud. Además tiene una esperanza de vida que supera los 150 años. 



Los contrabandistas, al envolver a los animales en plástico para inmovilizarlos, habían provocado la muerte de más de 10 de las tortugas. Por desgracia, los animales incautados no tenían más de 12 meses de edad y presentaban heridas en sus extremidades y cabeza, además de la ausencia de sus uñas y un bajo peso en relación a su tamaño. Según los funcionarios del Parque Nacional Galápagos, cada cría podría llegar a valer hasta 5.000 dólares en el mercado negro.

Ahora,la Fiscalía de Galápagos y el juez de Garantías Penales encargado del caso han procesado y decretado el ingreso en prisión del principal sospechoso del envío ilegal, “el agente de policía en activo Nixon Alejandro D.P., por su presunta participación un el delito contra la flora y la fauna silvestre”, según indica una nota oficial de la Fiscalía General del Estado de Ecuador.   

Los datos facilitados por la fiscalía indican que “en la mañana del domingo 28 de marzo, operadores de los equipos de control de rayos X del Aeropuerto Seymur, de la Isla Baltra, detectaron –al interior de una maleta 185 tortugas jóvenes (de dos a doce meses de edad, aproximadamente) que pretendían ser trasladadas a Guayaquil”.

Las autoridades responsables de la investigación han podido comprobar en los videos de cámaras de seguridad del aeropuerto que la carga ilegal de tortugas llegó a la zona de embarque en un vehículo policial que conducía Nixon Alejandro P. D., en un intento de la compañía de carga aérea realizase el envío hasta el continente. Ahora buscan nuevos indicios sobre el tráfico de animales y no descartan que haya una red detrás de estos sucesos. 

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