Innova tus desayunos con deliciosas recetas que incorporan kéfir para una alimentación saludable y nutritiva.

El kéfir se presenta como una opción ideal para el desayuno, destacando por su textura más líquida que la del yogur convencional y un sabor sutilmente ácido. Aunque este alimento puede consumirse a lo largo del día, es en la primera comida o en la merienda donde se hace más sencillo incorporarlo a nuestra dieta saludable.

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DIFERENCIAS ENTRE KÉFIR Y YOGUR

El kéfir se puede utilizar de la misma manera que el yogur en nuestras recetas de desayuno, ya sea en batidos o smoothers. Ambos son bebidas fermentadas de origen lácteo; sin embargo, la fermentación del yogur se lleva a cabo mediante bacterias, mientras que el kéfir se produce con bacterias y levaduras.

Preparar kéfir en casa no resulta difícil utilizando granos de kéfir, aunque también es posible encontrar productos de calidad en el mercado. Es fundamental revisar las etiquetas para asegurarnos de que no contengan azúcares añadidos u otros ingredientes no deseados. Las reglas para seleccionar un kéfir saludable son las mismas que las que aplicaríamos al elegir un yogur.

¿QUÉ LO HACE TAN SALUDABLE?

La fermentación convierte al kéfir en un producto repleto de bacterias beneficiosas que son excelentes para la salud intestinal, los llamados probióticos. Esto no implica que el kéfir sea superior al yogur; ambos son igualmente válidos para mantener una alimentación equilibrada (salvo intolerancias, claro) y pueden ser consumidos por turnos para enriquecer nuestra microbiota. A continuación, compartimos algunas ideas de desayunos que incluyen kéfir.

'Bowl' de kéfir con kiwi, plátano y semillas de chía

'Smoothie bowl' de espinacas y kéfir

'Pancakes' de cacao con kéfir y mandarinas

Kéfir acompañado de higos, paraguaya, fresa y muesli

Kéfir con cobertura de pera y manzana