La Casa Blanca presenta su encantadora decoración navideña en el último año del mandato de los Biden.

La Casa Blanca se viste de Navidad una vez más, mostrando su espléndida decoración que, cada año, se convierte en un atractivo visual por sí mismo. Esta tradición, que se ha mantenido a lo largo del tiempo sin importar quién ocupe la residencia presidencial, vuelve a deslumbrar con un ambiente festivo que, este año, marca el último de los Biden en la emblemática vivienda. La magia navideña está palpable en cada rincón del edificio, reflejando la calidez y el espíritu de la temporada.

Al acercarse a la entrada principal, la fachada de la Casa Blanca desvela un espectáculo impresionante. Los árboles decorados a la entrada rinden homenaje a los servicemen fallecidos, con sus nombres inscritos en estrellas doradas, creando así un ambiente de respeto y solemnidad. Desde el primer instante, la bienvenida a los visitantes causa una gran impresión.

Este año, más de 165.000 luces y 28.100 adornos han sido utilizados para engalanar las estancias, pasillos y espacios comunes, empleando los colores tradicionales de la Navidad: dorado, rojo y verde. La decoración, meticulosamente cuidada, lleva el lema 'temporada de paz y luz', como ha señalado Jill Biden en un comunicado oficial. Este año, la Primera Dama ha compartido que la decoración fue un esfuerzo conjunto con aproximadamente 300 voluntarios, quienes trabajaron incesantemente durante una semana para transformar la Casa Blanca en un auténtico hogar navideño.

Entre los elementos más entrañables de la decoración se encuentra un trineo tirado por un reno de peluche, capturado en una imagen donde la luz del sol ilumina la habitación a través de los amplios ventanales. Además, un tiovivo espera alegrar a los más pequeños, mientras que el icónico árbol de Navidad destaca en la Sala Azul, rodeado de un carrusel que representa a todos los estados y territorios de EE. UU.

La cocina y la despensa no son la excepción y también han recibido un toque festivo. En las estanterías, la vista se deleita con panes recién horneados y croissants que prometen endulzar la Navidad. Asimismo, una maqueta a escala de la Casa Blanca, elaborada con esmero y en el estilo de un belén, complementa la decoración, que incluye 2.200 palomas de la paz, simbolizando la esperanza.

En total, se espera que cerca de 100.000 visitantes recorran las salas abiertas al público durante esta temporada navideña. Entre ellas se incluye la biblioteca, decorada por voluntarios entusiastas, quienes desean compartir el espíritu festivo con quienes la visiten. La labor de los voluntarios es un testamento del compromiso cívico y el amor por la comunidad.

La decoración no solo busca embellecer el ambiente, sino también emitir un mensaje de paz y unidad. “Nuestra esperanza es que la nación sea bendecida con la paz y la luz de la temporada navideña”, expresó Jill Biden en una reciente declaración. Este deseo resuena con el ámbito familiar y la comunitaria en el que se dan estos momentos, marcando un mensaje que trasciende la política y se adentra en la esencia del espíritu navideño.

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