El sector de la flor cortada ha salvado la campaña de Semana Santa de este 2021 gracias a la decoración del interior de las iglesias y templos de Andalucía frente al mazazo que le supuso el confinamiento decretado en marzo de 2020 por la pandemia, aunque las ventas han sido muy inferiores a las de un año normal.

La Semana Santa representa aproximadamente un 20% de las ventas del sector de la flor cortada en Andalucía, cuya producción se concentra en la costa noroeste de Cádiz y en el Bajo Guadalquivir en Sevilla, si bien este año ese porcentaje está lejos de alcanzarse, aunque la experiencia del año pasado cuando tuvieron que tirar las flores tras decretarse el estado de alarma en España en marzo por la pandemia, unas semanas antes de esta celebración, les ha servido para prepararse ante un escenario adverso e incierto.



Floristerías

Juan Carlos Rubio, responsable de la floristería Deacanto en Alcalá de Guadaira (Sevilla), ha explicado que la celebración de la Semana Santa en el interior de los templos las floristerías y las ofrendas florales han salvado la campaña, ya que la mayoría trabaja de estos negocios para las hermandades, aunque han vendido entre un 70 y 80% en relación con un año normal.

De hecho, ha indicado que están encontrando problemas de abastecimiento de flores como los gladiolos, muy típicos de este época, y también de margaritas y claveles porque ha habido mucha menos siembra ya que muchos agricultores “se arruinaron la campaña pasada” y, por ello, han tenido que recurrir a la importación con las consiguientes dificultades en cuanto a transporte y a aumento de costes.

Según fuentes de la Asociación española de floristas, la apertura de iglesias y templos está siendo un balón de oxígeno por los adornos para este sector, si bien aclaran que no pueden ser optimistas porque el primer semestre de 2021 está siendo similar en cuanto a ferias, bodas y eventos a lo que ha sido el año anterior desde que se inició la pandemia.

Comercializadores

Fuentes de Asociaflor, asociación que representa a los viveros productores y comercializadores de flor y planta, han confirmado que este año ha sido mejor que el pasado porque entonces hubo que “tirar las flores a la basura”, ya que, además de las cancelaciones, las floristerías se cerraron al no considerarse un bien de primera necesidad “mientras que sí lo fueron el tabaco y el whisky”.

Aunque este año los adornos de las iglesias en Semana Santa han aliviado las ventas, las hermandades han comprado en torno a un 25 % menos que un año normal porque no pueden salir a la calle en procesión, según Asociaflor, que añade, además, las dificultes de importación de flores sobre todo de Holanda y Ecuador al haberse restringido el espacio aéreo por la pandemia del coronavirus.

Por todos estos motivos, más la cancelación de fiestas y eventos sociales, el año 2021 “no pinta bien”, ya que, según las mismas fuentes, ha crecido la venta a particulares para decorar el hogar pero “esto no suple una semana santa, ni bodas, ni romerías “

Ante esta coyuntura que atraviesa la flor cortada desde hace un año el sector, que vivió en la pandemia que sólo vendían los que tenían página web, ha dado pasos en la digitalización con iniciativas como la de un grupo de agricultores de las provincias de Cádiz y Sevilla que han creado la web ‘floreando’ para vender flores directamente al cliente con las que hacer sus diseños florales.

Agricultores

Según el responsable de la flor cortada de COAG-Andalucía, Luis Manuel Rivera, se ha plantado en torno a un 50 ó 60% por ciento menos que la anterior debido a la “desastrosa” campaña de 2020 , la peor en cuarenta años con pérdidas de unos 23 millones entre marzo y abril, y al miedo de los productores a los efectos de la pandemia.

En torno a un 10 ó 15% de los floricultores han abandonado esta actividad, entre un 30 ó 40% ha sembrado hortalizas o frutas; y el 40% ha seguido cultivando flores “a base de su pulmón financiero”, ya que las ayudas hasta ahora han llegado con cuentagotas, según el responsable de la COAG.

Esta reconversión ha provocado una fuerte reducción de la producción de flores y se ha llegado este año a Semana Santa con más oferta que demanda y un alza en los precios, si bien Luis Segura advierte de que hay mucha incertidumbre sobre la evolución de este sector debido a la duración de la pandemia.

Ante este escenario incierto, el responsable de la COAG emplaza al gobierno y a la Junta a agilizar el pago de las ayudas, que costó mucho esfuerzo al sector arrancarlas ya que la flor cortada nunca ha recibido ayudas porque no se beneficia de la PAC y, por ahora, muy pocos agricultores han cobrado los 7.000 euros lineales concedidos por la Junta con cargo a los fondos Feader.

También están pendientes otras ayudas del Ministerio, que se concretan en función de las pérdidas del año pasado y que pueden llegar hasta 18.000 euros por agricultor de flor cortada, según Luis Segura, que ha hecho hincapié en que es importante que lleguen cuanto antes para pagar las deudas y relanzar la actividad de los que decidan seguir adelante.

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