La herida en carne viva de la justicia: un rencor que no se cicatriza

Fallecimiento de Jimmy Giménez-Arnau, colaborador televisivo y escritor, sin reconciliar con su hija Leticia

Jimmy Giménez-Arnau, un reconocido periodista, escritor, abogado y tertuliano de televisión, murió ayer a los 81 años. Sin embargo, su fallecimiento no solo es el final de un ciclo en la vida del personaje, sino que también conduce a la revisión de una historia que, como él mismo la describía, es una pesadilla vivida: la distancia entre él y su hija Leticia, que nunca encontró el camino hacia el reencuentro con su padre.

La tragedia se inicia cuando Jimmy se casó con Merry Martínez-Bordiú, hermana de Carmen Martínez-Bordiú, en un enlace celebrado en el pazo de Meirás, en Galicia, en 1979. La pareja dio a luz a Leticia en 1980, pero solo dos años después se separaron. En 1993, el matrimonio se declaró nulo en el Tribunal de la Rota. La custodia de Leticia se otorgó a su madre, y la relación entre padre e hija comenzó a debilitarse.

En various ocasiones, Jimmy intentó recuperar el contacto con su hija, pero siempre se encontraba con rechazos. En entrevistas publicadas, se quejaba de la ausencia de Leticia en sus vidas y su deseo de que alguna vez la volviera a ver. Sin embargo, Leticia parece haber tomado la decisión de seguir su propia vida sin incurrir en el riesgo de un reencuentro con su padre.

Jimy Giménez-Arnau murió sin haber alcanzado el objetivo de reconciliar con su hija Leticia, una victoria que parecía estar al alcance de la mano pero que terminó siendo imposible. Su funeral, según se informó, estuvo sin asistencia de Leticia, una ausencia que debió ser un doloroso golpe para él.

Con su fallecimiento, Jimmy Giménez-Arnau dejará de ser un nombre conocido en el ámbito televisivo y periodístico, pero su historia también servirá como una lección para reflexionar sobre el poder y la fragilidad del amor paterno. Un amor que, en ciertos casos, puede perderse en la distancia y la indiferencia de los demás.

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