La Legión rinde homenaje a héroes de la Operación Balmis y recuerda a las víctimas de la DANA bajo la Inmaculada.

En la jornada de ayer, se llevó a cabo el acto conmemorativo en honor a la Inmaculada Concepción, Patrona de España y de la Infantería, en el patio de armas del acuartelamiento de Montejaque. La ceremonia estuvo presidida por el coronel Francisco Paul Escolano, al frente del Tercio «Alejandro Farnesio» IV de la Legión de Ronda. Este evento, caracterizado por su solemnidad y carga emotiva, reunió a destacadas autoridades civiles y militares, así como a oficiales, legionarios y familiares, quienes se sumaron a una numerosa representación de la comunidad legionaria.

Durante la ceremonia, se destacó el valor histórico y espiritual del patronazgo de la Inmaculada Concepción. Este vínculo se remonta al siglo XVI, cuando los tercios españoles, bajo el mando del brillante capitán general Alejandro Farnesio, designaron a la Virgen como su protectora. En su discurso, el coronel Escolano enfatizó la herencia de los Tercios de Flandes, resaltando su entrega y sacrificio en el combate, valores que fundamentan la identidad de la Legión en la actualidad. "Somos herederos de aquellos valientes que blandieron la pica y la ballesta, dispuestos a darlo todo sin esperar nada a cambio, siempre buscando la excelencia y huyendo de la autocomplacencia", afirmó.

El acto también sirvió como homenaje a los legionarios que han destacado en misiones recientes. Durante la ceremonia se impuso la corbata conmemorativa de la Operación Balmis a los guiones del Tercio «Alejandro Farnesio» y la bandera «Millán Astray», en reconocimiento a su labor durante la pandemia de 2020. Estas unidades fueron fundamentales en Málaga y Cádiz, realizando labores de desinfección en infraestructuras críticas y en centros sanitarios.

Además, el coronel Escolano dirigió unas palabras de condolencia y apoyo a los familiares de las víctimas del reciente accidente en Valencia, mostrando así un gesto de solidaridad. También se expresó agradecimiento hacia los cuerpos de seguridad del Estado y los legionarios que estaban desplegados en la zona, reconociendo su esfuerzo y dedicación en el proceso de reconstrucción de la esperanza.

La ceremonia concluyó con una intensa arenga legionaria, donde los asistentes reafirmaron su compromiso con los principios del Credo Legionario y la misión de la Infantería, vista como el núcleo esencial del Ejército de Tierra. "Que la Inmaculada Concepción y el Cristo de la Buena Muerte sigan guiando nuestros pasos”, cerró el coronel Escolano, antes de que todos juntos entonaran el resonante grito de «¡Viva España!» y «¡Viva la Legión!».

Este acto, además de resaltar los valores militares, sirvió para fortalecer la unidad y el espíritu de cuerpo que distingue a los legionarios, renovando su compromiso de servir a la patria en los momentos más desafiantes.

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