Novia deslumbra en su boda invernal en Cuenca con un elegante vestido de capa.

Eva sabía desde el principio cómo quería que fuera su vestido de novia. Antes de organizar su boda, ya tenía claro el diseño que le gustaría lucir en su gran día. La protagonista de esta historia compartió que se siente segura de su estilo personal y sabía exactamente qué detalles deseaba resaltar en su vestido. Aunque es común que muchas novias se tomen su tiempo para elegir a su diseñador, Eva, en cambio, no tuvo dudas y optó por Señorito Ortega, un creador cuyo trabajo había impresionado a muchas de sus amigas que también se habían casado.

En su boda, celebrada en Cuenca, Eva eligió un impresionante vestido de invierno que incluía una elegante capa, un toque distintivo que sumó al encanto de su look. En lugar de buscar diferentes diseñadores, Eva se sintió afortunada de conocer la trayectoria de Eduardo Ortega, el responsable detrás de la firma Señorito Ortega. "Es un profesional excepcional que realmente sabe escuchar y hacerte sentir cómoda durante todo el proceso", afirma la novia.

Tras varias reuniones en las que intercambiaron ideas, el diseñador presentó a Eva unos bocetos que integraban sus preferencias con su creatividad. Tras deliberar, la novia decidió por un vestido sencillo con una falda de silueta A modificada, escote en forma de lágrima y mangas largas, además de dos originales aberturas en la parte trasera. La capa, sin embargo, fue el detalle que la novia jamás imaginó incluir y resultó ser uno de los aspectos que más disfrutó. Eva explica que desprenderse de la capa al llegar al cóctel le permitió lucir un "segundo look" que la hizo sentir más cómoda para disfrutar de su día.

La elección de los complementos también fue esencial. Eva llevó joyas significativas que recibieron de familiares y amigos, entre ellas unos pendientes de una íntima amiga y un anillo de compromiso, todos los cuales ella utiliza con frecuencia. Sus zapatos, en un delicado tono rosa empolvado, le ofrecieron la comodidad necesaria para bailar durante horas sin molestias.

El ramo de la novia estuvo diseñado con elegancia, optando por flores coloridas que aportaron frescura al conjunto y sirvieron de recuerdo para una amiga a la que se lo regaló después de la ceremonia. A la hora de los detalles de su peinado y maquillaje, Eva se centró en mantener un estilo natural, con ondas suaves que dejaron su rostro despejado, gracias a su estilista de confianza.

La fecha elegida para la boda fue el 4 de febrero de 2023, un mes asociado al frío en la región de Castilla-La Mancha. No obstante, Eva siempre ha tenido una preferencia por las celebraciones invernales. La ceremonia religiosa se realizó en la iglesia de El Salvador, un lugar emblemático para la pareja, seguido de una fiesta en un Parador Nacional con vistas impresionantes.

Eva y su pareja, Héctor, llevan cinco años juntos, y al mirar hacia atrás, ella refleja en su gran día un profundo sentido de felicidad. "Fue un momento repleto de risas y lágrimas, todo sobre la celebración del amor", concluye. Ahora, como nuevos esposos y padres de dos hijos, Eva recomienda a quienes planeen casarse que ante todo, cultiven el amor, que, según ella, es lo más importante.

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