Trastorno psicótico compartido: comprensión y factores de riesgo en quienes lo padecen
05/12/2024

La salud mental es un ámbito en el que los profesionales deben enfrentarse a diversos trastornos, algunos de los cuales pueden resultar especialmente desconcertantes. Uno de estos es el trastorno psicótico compartido, conocido también como folie à deux, que se caracteriza por la compartición de síntomas psicóticos entre dos o más personas. Tal como nos aclara Olga Albadalejo Juárez, psicóloga especializada en Bienestar y Salud Integrativa y miembro de TopDoctors, este trastorno suele manifestarse a través de ideas delirantes que generalmente surgen en el contexto de relaciones muy cercanas o de una convivencia prolongada. Esta condición fue definida por primera vez en 1877 por psiquiatras franceses como Charles Lasègue y Jules Falret. Albadalejo Juárez menciona un ejemplo ilustrativo en la cultura popular: la película Criaturas celestiales (1994), que se basa en un caso real de dos adolescentes que desarrollaron delirios compartidos que resultaron en un trágico desenlace.
Causas del trastorno psicótico compartido
Las causas fundamentales de este trastorno están arraigadas en la dinámica relacional de las personas implicadas. El aislamiento social, la dependencia emocional y una convivencia prolongada juegan un papel crucial.
Los factores que pueden predisponer incluyen una vulnerabilidad psicológica, la existencia de trastornos previos y una relación de poder asimétrica. Es importante señalar que estudios indican que la prevalencia del trastorno es extremadamente baja, alrededor del 0,05% de los casos de psicosis diagnosticados.
La prevalencia del trastorno es extremadamente baja.
Manifestaciones del trastorno psicótico compartido
Los síntomas típicos de esta patología incluyen delirios compartidos, frecuentemente de carácter persecutorio o de grandeza. Los signos distintivos abarcan la existencia de delirios idénticos entre las personas afectadas, un fuerte vínculo emocional entre ellas y la resolución de los síntomas en el individuo secundario tras la separación del emisor del delirio.
Un ejemplo literario que ilustra esta temática es Cumbres borrascosas, obra de Emily Brontë, donde la tóxica relación entre Heathcliff y Catherine refleja cómo una conexión obsesiva puede alterar la percepción de la realidad.
Rasgos en común con otros trastornos mentales
Es cierto que este trastorno comparte ciertas características con otros trastornos delirantes y con la esquizofrenia, particularmente en lo que respecta a la naturaleza de los delirios. No obstante, la diferencia radica en que el surgimiento del trastorno está intrínsecamente relacionado con la interacción entre las personas afectadas.
Población en riesgo
Aquellos que tienen una relación cercana y dependiente son los más propensos a desarrollar esta condición, especialmente aquellos con antecedentes de aislamiento social o vulnerabilidades psicológicas. Las familias y parejas que cohabitan durante largos períodos son, a menudo, los casos más frecuentes.
Comparte ciertas características con trastornos delirantes y esquizofrenia, especialmente en la concepción de los delirios.
Frecuencia del trastorno psicótico compartido
Así es, como se mencionó anteriormente, esta condición es poco habitual. Su baja incidencia se debe a la necesidad de circunstancias específicas, como la convivencia prolongada y una fuerte influencia emocional, por lo que a menudo pasa desapercibida sin la intervención adecuada de un profesional.
Diagnóstico del trastorno psicótico compartido
El diagnóstico requiere una evaluación clínica exhaustiva que identifique los delirios compartidos y las dinámicas relacionales, así como entrevistas para descartar otros trastornos psicóticos y, si es necesario, realizar pruebas médicas para excluir causas orgánicas.
La intervención psicológica suele ser necesaria para tratar la dependencia emocional y las vulnerabilidades subyacentes.
Tratamiento del trastorno psicótico compartido
El tratamiento implica tres pasos fundamentales:
- Separar a las personas afectadas, lo cual a menudo es suficiente para mitigar los síntomas en el individuo influenciado.
- Intervención psicológica para abordar la dependencia emocional y las vulnerabilidades subyacentes.
- Tratamiento psiquiátrico, que puede incluir antipsicóticos para la persona con el trastorno primario.
Dado que el trastorno psicótico compartido es poco frecuente, la información sobre su fisiopatología y mecanismos es escasa. Se requiere una mayor investigación para comprender sus implicaciones y establecer pautas claras para su tratamiento.
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