Nuevo episodio violento en la prisión de Alhaurín de la Torre, donde ayer un funcionario resultó herido tras la agresión que sufrió, presuntamente, a manos de un interno del módulo 9, según la Asociación Tu Abandono Me Puede Matar (TAMPM). El trabajador cayó al suelo y tuvo que ser derivado al servicio de Urgencias del centro penitenciario con lesiones en la muñeca, en la espalda y en un pómulo.

Los hechos ocurrieron este viernes cuando el funcionario estaba desarrollando los habituales controles de las celdas, un procedimiento rutinario que se basa en la comprobación de puertas y ventanas, además de cacheos para detectar objetos prohibidos. En ese momento, recibió recriminaciones por parte de varios reos. La tensa situación le llevó a refugiarse en la zona de seguridad dado que, en palabras de un portavoz del colectivo, se encontraba solo. 



Fue necesario pedir refuerzos a través del walkie talkie para que acudieran en apoyo más funcionarios y, mientras se trataba de reconducir la situación, uno de ellos recibió un golpe que le hizo caer al suelo. Un interno, supuestamente, le había propinado un empujón. En una primera valoración médica, los sanitarios observaron que había sufrido lesiones en una mano y también en la espalda. “Se fue hacia él y lo lanzó al suelo. Fue un milagro que no se golpeara la cabeza más violentamente”, relató el representante de la asociación.

El trabajador fue trasladado al área de Urgencias para que se le hiciera seguimiento y recibiera un diagnóstico completo. El presunto agresor, por su parte, acabó ingresado en régimen de aislamiento. El módulo 9 en el que se produjo el altercado era el mismo al que pertenecía otro preso que la semana pasada estuvo implicado presuntamente en un intento de fuga. Según denunció entonces la asociación el preso, aprovechó un traslado a un centro médico en ambulancia para tratar de huir, aunque no pudo conseguir su objetivo y fue arrestado de nuevo.

La Asociación Tu Abandono Me Puede Matar denuncia la “falta de personal acuciante” dado que, recalca, en dicho módulo “solo hay dos funcionarios para 90 internos considerados peligrosos”, lo que conlleva que “solo uno pueda hacer los registros, cacheos y entregas de cena a los presos”. 

Asimismo, el colectivo insiste en la importancia de una oferta de empleo público extraordinaria dirigida a incrementar el número de efectivos, además de dotar a las plantillas de “más medios materiales” y que se les otorgue la condición de agente de autoridad y contar con un estatuto propio para mejorar sus condiciones laborales. 

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