Victoria y Daniel de Suecia disfrutan de un inicio de año esquiando en familia en la nieve.

Siguiendo la tradición familiar que mantienen cada año en esta época, Victoria y Daniel de Suecia han dado la bienvenida al 2025 junto a sus hijos disfrutando de uno de sus deportes predilectos: el esquí, una actividad que dominan con gran habilidad. La heredera del trono escandinavo no dejó pasar la ocasión de explorar, en excelente compañía, los hermosos paisajes nevados que su país ofrece durante el duro invierno.

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Esta es la primera imagen oficial que ha sido compartida por la Casa Real sueca tras las festividades navideñas, publicada en su perfil oficial durante la mañana del domingo. En la imagen, la princesa de 47 años aparece junto a su esposo de 51 años en la parte superior de una ladera completamente cubierta de hielo, luciendo ambos sonrisas y gestos cariñosos con sus hijos: Estella (12) -ya en la preadolescencia- y el pequeño Oscar (8).

Para esta ocasión, como era de esperar, portan el equipamiento adecuado que incluye casco, gafas y guantes, además de abrigos térmicos oscuros y ropa deportiva que combinan a la perfección en sus looks de montaña. Apoyados en sus bastones de esquí, parece que la fotografía fue tomada al amanecer, pues la luz del sol ilumina la cúspide de la montaña y parte de los robustos abetos que se encuentran detrás de ellos.

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Acompañando a la fotografía, incluyeron un breve mensaje que decía "¡God fortsättning!", que se traduce literalmente como "Buena continuación", una expresión común en su lengua que sirve para desear unas felices jornadas mientras persisten las vacaciones invernales. En resumen, esta ha sido una actividad privada de la familia real, disfrutando de sus últimos días de descanso antes de retomar sus compromisos oficiales.

Recordando a las víctimas suecas del tsunami de 2004

Sin embargo, esta semana, la imagen familiar contrastó significativamente con otra de gran significado, ya que se conmemoró el vigésimo aniversario de un trágico episodio para la nación. Se recordaba la devastación causada por el tsunami que azotó Asia en 2004, que dejó un saldo de más de doscientas mil vidas perdidas, incluyendo a muchos suecos que se encontraban de vacaciones en esa región.

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Por iniciativa del rey Carlos Gustavo y la reina Silvia, a finales de diciembre se celebró un servicio memorial en la catedral de Upsala en honor a las víctimas. Se estima que aproximadamente cinco centenares de personas con nacionalidad sueca perdieron la vida en la catástrofe, muchos de los cuales eran niños, lo que marcó a la sociedad sueca, aunque la tragedia sucedió a miles de kilómetros de su hogar. Victoria y Daniel también participaron en los actos conmemorativos, colocando una ofrenda floral en el monumento dedicado en Djurgården, Estocolmo.

© Kungl. Hovstaterna

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