Violeta Mangriñán presenta su manicura 2025, diseñada para proteger contra el mal de ojo.

El año 2024 ha visto cómo las tendencias en belleza reivindican la naturalidad, inspirándose en la imagen fresca de celebridades como Blanca Suárez o Elsa Pataky, quienes han mostrado su rostro al natural en redes sociales. Este mismo principio se refleja en la moda de manicuras, que se ha alineado con el boom del clean look: se llevan estilos tan diversos como la japonesa, las milky o las soap nails, hasta el nuevo grandmacore, que recupera los matices que nuestras abuelas solían adorar. Violeta Mangriñán, conocida por su preferencia por estos estilos minimalistas, ha decidido cerrar el año apostando por el rojo, un color emblemático de tendencias más vibrantes.

El rojo de Violeta Mangriñán: símbolo de buena suerte

El rojo se erige como un color clave no solo en plena Navidad, sino a lo largo de todos los días del año. Aunque normalmente Violeta opta por tonos más neutros y discretos, ha elegido el rojo para celebrar el final del año, reconociendo en él un matiz festivo y lleno de energía. Este matiz no solo ha captado la atención por su estilo, sino que la influencer también ha compartido previamente su conexión con este color. "Me encantan las uñas rojas; el rojo empodera. Además, siempre me han aconsejado llevar algo de este color para alejar las malas vibraciones y el mal de ojo. Así que aquí estoy… ¡VOILÀ❤️!", afirmaba hace un par de años.

El simbolismo de la buena suerte ligado a su manicura roja la convierte en una elección ideal para dar la bienvenida al Año Nuevo. Esta manicura no solo es un reflejo de su estilo personal, sino que también coincide con la creencia popular de usar ropa interior roja en la noche de Fin de Año para atraer buenos augurios. La combinación de un largo medio, una forma almendrada y un acabado ultra brillante la sitúa como una de las opciones más modernas que seguirán siendo tendencia en 2025.

Colorete invernal: el toque fresco

Junto a la manicura auspiciosa, también destaca la tendencia del colorete invernal, que imita el sutil rubor natural generado por el frío. Para crear este efecto rejuvenecedor inmediato, se deben utilizar tonalidades rosadas, aplicando el producto desde las manzanas de las mejillas hacia las sienes. Para maximizar la ilusión de frescura, algunos optan por poner un poco de color también en la nariz, una técnica que ha ganado popularidad en el último año.