En el momento en que D. Vicente escribió su obra, ya tenía cerca de 70 años. A pesar de haber pasado por diversas situaciones, una vez asegurado su sustento, le importaba poco lo que pudieran opinar de él.
A pesar de que la estricta censura de la Inquisición, para la que alguna vez trabajó, tenía sus ojos puestos en su pluma, logró sortear esas situaciones encontrando en la Novela picaresca la libertad para expresar sus pensamientos.
Hoy traemos a colación un tema que, cuatrocientos años después, sigue vigente.
La historia de “Los Malcasados” narra la resistencia de un hombre mayor a casarse con una joven, argumentando que la diferencia de edades puede traer dificultades. A pesar de las razones presentadas, su ama insiste en que la compañía en la vejez es imprescindible y que las apariencias pueden ser modificadas con pequeñas artimañas.
A lo largo del diálogo, se evidencia el humor y la sabiduría del personaje principal, quien prefiere la verdad y la autenticidad por encima de las apariencias engañosas.
En resumen, la historia refleja la importancia de mantenerse fiel a uno mismo, a pesar de las adversidades y las presiones sociales.