En su última intervención, la concejala de Movilidad, Trinidad Hernández, admitió públicamente que las irregularidades en la sociedad municipal de aparcamientos (Smassa) no eran un caso aislado, sino que eran una práctica habitual arraigada desde hace tiempo. Estas declaraciones se dieron luego de que la misma empresa advirtiera sobre dichas irregularidades días antes.
La revelación de Hernández arroja luz sobre la problemática existente en Smassa, indicando que las prácticas irregulares no eran desconocidas por las autoridades competentes. La confesión de la concejala pone de manifiesto la gravedad de la situación y la necesidad de abordar este tema de manera urgente.
La admisión de que las irregularidades eran una costumbre dentro de la sociedad municipal de aparcamientos sugiere un problema estructural que requerirá de medidas correctivas profundas para restaurar la confianza en la institución. Es evidente que las prácticas indebidas no se limitan a cuestiones aisladas, sino que forman parte de la cultura organizacional de Smassa.
Ante esta situación, es fundamental que se realice una investigación exhaustiva para identificar las causas de estas prácticas y establecer un plan de acción para prevenir su recurrencia en el futuro. La transparencia y la rendición de cuentas serán clave para restaurar la integridad y el buen funcionamiento de Smassa.
En resumen, las declaraciones de la concejala Trinidad Hernández ponen de manifiesto la gravedad de las irregularidades en la sociedad municipal de aparcamientos y la necesidad de abordar este problema de manera urgente y efectiva. Es fundamental actuar con determinación y transparencia para restaurar la confianza en la institución y garantizar un funcionamiento ético y transparente en el futuro.