El día domingo 28 de abril de 2024, a las 02:00 horas, se nos recuerda la importancia de permanecer unidos a través de un mensaje divino. Jesús nos insta a permanecer en Él, manteniendo una conexión constante, inquebrantable en todo momento, tanto en las alegrías como en las adversidades. Esta unión con Él es vital para nuestra existencia, ya que al igual que el sarmiento necesita la vid para sobrevivir, nosotros necesitamos de esa conexión con Dios para vivir plenamente.
La Palabra de Jesús nos invita a reflexionar sobre qué aspectos de nuestras vidas necesitan esa unión con Él. Asimismo, se nos recuerda la importancia de estar unidos en el seno de la Iglesia, en comunión con nuestros hermanos de fe. Permanecer en Él no solo implica estar conectados con Dios, sino también con nuestros semejantes, incluso con aquellos que nos resultan difíciles de amar.
Estar unidos a Dios también implica cuidar de nosotros mismos, valorándonos como creaciones divinas. En los momentos de dificultad, es crucial refugiarnos en la presencia de Dios, partiendo el pan y bebiendo del cáliz que nos reconforta. Esta conexión con lo divino no es un esfuerzo, sino una necesidad vital, un alimento para nuestro ser.
Escuchemos atentamente el llamado del Resucitado, permitiendo que la voz del Espíritu Santo nos guíe en la senda de la comunión. Como comunidad de creyentes, pidamos a Dios el don de la comunión, para permanecer en Él y permitir que Él permanezca en nosotros. Recordemos que la verdadera sustancia de la vida radica en esa unión con lo divino, en permanecer en Él en todo momento.
Además, se nos invita a participar, a ser parte de la discusión y reflexión alrededor de este mensaje divino. Comentemos, compartamos nuestras impresiones, reportemos cualquier error que pudiéramos identificar. En la unión con Dios y con nuestros hermanos de fe, encontraremos la fuerza y el consuelo para sobrellevar las pruebas y alegrías de la vida. Juntos, en comunión, permanezcamos en Él y permitamos que Su luz guíe nuestro camino.