Así, y con la entrada de Granada en el nivel de alerta 4.1, la hostelería podrá abrir con un aforo del 30% en interior local y el 75% en espacios abiertos como las terrazas al aire libre, tanto la que tiene música como la que no. En el caso de tenerla, los exclusivos de bebidas deben cerrar. Está prohibido el consumo en barra y las mesas o agrupaciones tendrán un máximo de 6 personas, con distancia 1,5 metros entre sillas, diferentes mesas o agrupaciones. Se elimina el servicio buffet y el cierre se hará a las 18:00 horas. No se aplica horario de cierre a los de régimen especial como los de comida a domicilio.
De esta manera la Junta hace caso a las peticiones de los hosteleros de la provincia, que durante la semana se manifestaron y que el pasado viernes ya se mostraron confiados en que, tras el descenso de contagios y la reducción de la presión de los hospitales, se igualasen al resto de Andalucía y poder abrir, al menos, hasta las seis de la tarde.
De esta forma, Granada se iguala al resto de Andalucía en cuanto a tasas de contagios, según ha explicado esta mañana el presidente de la Junta, Juanma Moreno. La provincia está en 444 casos por cada 100.000 habitantes en las dos últimas semanas y se iguala a la provincia de Jaén. Lo importante de reducir el nivel de alerta de Granada es que la comunidad puede tomar medidas al unísono el próximo día 10 de diciembre, una vez pasado el puente, donde el foco estará puesto en recuperar la movilidad entre municipios y provincias de seguir bajando los índices, además de permitir una ampliación de horarios comerciales y de reducción del toque de queda.