Los embalses son infraestructuras fundamentales para el almacenamiento de agua en épocas de escasez y sequía. En la actualidad, los embalses en España se encuentran en una situación preocupante, ya que almacenan solo el 27% de su capacidad total, lo que equivale a 168 hectómetros cúbicos.
Esta situación pone en evidencia la importancia de continuar con el desarrollo de nuevas infraestructuras hidráulicas para garantizar un suministro adecuado de agua en todo el país. Actualmente, se encuentran en marcha cerca de 40 grandes obras de embalses y otras infraestructuras hidráulicas que buscan aumentar la capacidad de almacenamiento de agua y mejorar la gestión de recursos hídricos.
Estas obras son de vital importancia para garantizar la disponibilidad de agua no solo para el consumo humano, sino también para usos agrícolas, industriales y ambientales. Además, el aumento de la capacidad de almacenamiento de los embalses también contribuirá a la prevención de inundaciones, al control de caudales en épocas de lluvias intensas y al fomento de la recarga de acuíferos.
La planificación y ejecución de estas obras requiere una estrecha coordinación entre diferentes niveles de gobierno, así como una cuidadosa evaluación de su impacto ambiental y social. Es fundamental garantizar que estas infraestructuras se construyan de manera sostenible, respetando el entorno natural y minimizando los posibles efectos negativos sobre las comunidades locales y los ecosistemas.
Además, es importante destacar la importancia de la gestión integrada de los recursos hídricos, que incluye no solo la construcción de infraestructuras, sino también medidas de eficiencia hídrica, reutilización de aguas residuales, protección de cuencas hidrográficas y adaptación al cambio climático. Solo a través de una gestión sostenible y equitativa de los recursos hídricos podremos garantizar un suministro adecuado de agua para las generaciones presentes y futuras.
En resumen, la situación actual de los embalses en España nos recuerda la importancia de seguir invirtiendo en infraestructuras hidráulicas para garantizar la disponibilidad de agua en todo el país. La construcción y mejora de embalses son solo una parte de la solución, que debe complementarse con medidas de gestión hídrica sostenible y adaptadas a los desafíos del siglo XXI.