El presidente español, Pedro Sánchez, parece estar apostando fuertemente por las bonificaciones y ayudas de cara a las elecciones del 28 de mayo. En un reciente anuncio hecho desde Puertollano, Sánchez prometió una nueva bonificación destinada a los mayores de 65 años: entradas de cine a dos euros cada martes. Sin embargo, es imposible ignorar que esta medida, a pesar de su aparente generosidad, puede ser vista como una estrategia electoral para captar votos de un sector de la población.
La medida, que beneficiará a 9,5 millones de personas en España y tendrá un coste de 10 millones de euros, ha sido recibida con entusiasmo por el público y las asociaciones del sector de la exhibición audiovisual. No obstante, un análisis más detallado revela un posible motivo subyacente.
“Los Consejos de Ministros son de avances sociales, y nosotros queremos convertir la cultura en una cuestión de Estado”, dijo Sánchez. Es una declaración atractiva y convincente. No obstante, el momento de este anuncio, justo antes de las elecciones, deja margen para cuestionar si el objetivo principal es el progreso social o simplemente una estrategia para ganar votos.
Este no es el primer intento del Gobierno de Sánchez de presentar medidas culturales populares en vísperas de las elecciones. Recordemos la figura del cheque cultural de 400 euros para los jóvenes que cumplen los 18 años, una medida que sólo fue solicitada por algo más de la mitad de la población objetivo en 2022.
Estas iniciativas culturales, aunque valiosas en teoría, pueden ser percibidas como tácticas electoralistas. Si bien es cierto que la cultura es un componente esencial de la sociedad, y que se debe fomentar su acceso, el momento en el que se presentan estas medidas puede generar desconfianza.
El sector audiovisual está luchando por recuperarse de los efectos de la pandemia, y cualquier ayuda es bienvenida. Pero, al mismo tiempo, es crucial que las medidas adoptadas por el Gobierno estén motivadas por un deseo genuino de apoyo y no por la conveniencia política.
En conclusión, las medidas anunciadas por Sánchez pueden tener un impacto positivo en la industria cultural y en los mayores de 65 años. No obstante, no podemos ignorar que su momento y la cercanía de las elecciones sugieren una estrategia electoral claramente orientada a atraer a un sector de la población.