El Ayuntamiento de Ronda tiene planeado reducir significativamente el tráfico rodado que transita diariamente por el icónico Puente Nuevo sobre el Tajo, que conecta las dos partes del municipio separadas por la garganta. Actualmente, el puente soporta un promedio de 6,000 vehículos al día, con picos de hasta 7,000, y se pretende reducir esta cifra a tan solo 800 en el futuro.
La alcaldesa, María de la Paz Fernández, señaló que este objetivo forma parte del Plan de Movilidad del municipio, que será presentado en el próximo pleno para su aprobación. Este plan tiene en cuenta las necesidades de movilidad de la ciudad en los próximos años, así como la importancia de combatir el cambio climático, reducir las emisiones y cumplir con los compromisos de la Agenda 2030.
El plan contempla la creación de un vial alternativo al Puente Nuevo, cuyo proyecto ya está en proceso de tramitación, y está previsto que se presente una innovación del Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) para avanzar en esta infraestructura. El vial estaría ubicado en la zona del Arroyo de Las Culebras y se espera que sea debatido en el próximo pleno municipal.
Anteriormente, se implementó una medida de restricción parcial del tráfico en el Puente Nuevo, que generó controversia entre los vecinos de la zona sur de la ciudad. Sin embargo, el equipo de gobierno actual decidió reabrir el puente y propuso el proyecto del vial alternativo como solución. El Puente Nuevo, con casi 240 años de antigüedad, ha sido objeto de preocupación debido a problemas como filtraciones de agua.
Además de la creación del vial alternativo, el Plan de Movilidad incluye la ampliación de zonas peatonales en el Puente Nuevo, la creación de aparcamientos periféricos, la modernización del transporte urbano y la construcción de un aparcamiento para autobuses turísticos, entre otras medidas. Estas actuaciones están interrelacionadas y se planifican a largo plazo, con el objetivo de mejorar la movilidad en la ciudad y fomentar el uso de medios de transporte sostenibles.