Las precipitaciones registradas durante la Semana Santa han traído un respiro al debate público sobre la sequía. Matilde Mancha, CEO de Acosol, la empresa encargada del suministro de agua a los 11 municipios de la Costa del Sol Occidental, se muestra optimista y confía en que al finalizar el año hidrológico en septiembre, la situación de los embalses sea mejor que en 2023. Aunque se percibe cierta calma, Mancha enfatiza que la normalidad aún no ha regresado y que se deben mantener restricciones en el uso del agua.

El foco ahora se dirige hacia la “transformación” del modelo de abastecimiento y gestión del agua que la Costa del Sol deberá afrontar en las próximas dos décadas. Entre las medidas propuestas se encuentra la construcción de una nueva desaladora, el aumento en la reutilización de aguas residuales y la mejora de las infraestructuras y la interconexión. Estas acciones marcarán el camino a seguir, según Mancha, como se expuso en el Foro “Málaga, cómo plantar cara a la sequía”.

Una de las iniciativas destacadas es el proyecto presentado por Acosol a la Junta de Andalucía para mejorar las conducciones en la Costa del Sol y facilitar el intercambio de caudales entre el Campo de Gibraltar, la Costa del Sol y Málaga. Este proyecto, valuado en más de 300 millones de euros, busca renovar y duplicar las canalizaciones para aumentar su capacidad. Además, se planea abordar la mejora de la red de saneamiento para evitar problemas como roturas en zonas como Benalmádena.

En lo que respecta a la financiación, se prevé que los fondos provengan de aportaciones autonómicas, de la Mancomunidad de Municipios de la Costa del Sol y de los propios ayuntamientos. La creciente población de la zona, que se estima en alrededor de 800.000 habitantes en temporada baja y 1.300.000 en temporada alta, hace imperativo el fortalecimiento de las infraestructuras hídricas.

La diversificación de fuentes de abastecimiento es fundamental, por lo que se contempla aumentar la capacidad desaladora y promover el aprovechamiento del agua regenerada para diversos usos, más allá de la irrigación en campos de golf. La gestión eficiente del agua, la digitalización de los procesos y la colaboración público-privada son aspectos clave en la hoja de ruta hacia un modelo hídrico más sostenible y resiliente.

El compromiso de todos los actores involucrados es fundamental para afrontar los desafíos actuales y futuros en materia de agua en la Costa del Sol, garantizando un suministro adecuado para la población y el desarrollo turístico de la región.

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