Apenas eran las 8.30 de la mañana y en el Aeropuerto de Málaga ya se sentía la presencia del viento cálido conocido como terral, pronosticado para ese domingo. José Luis Escudero, experto en meteorología malagueña y responsable del blog ‘Tormentas y Rayos’ de SUR.es, señalaba en redes sociales que el terral ya estaba haciendo de las suyas. Con una temperatura de 21.7 grados a esa temprana hora, el terral estaba marcando el inicio de un Día de la Madre caluroso, que no detuvo la ajetreada actividad en la ciudad.

Los restaurantes y chiringuitos recibían llamadas de último minuto, pero la respuesta era la misma: “Estamos completamente reservados”. En áreas como El Palo, Pedregalejo, Huelin, Malagueta, e incluso en el Centro de la ciudad, el día estaba marcado en el calendario de muchas familias, quienes llenaron terrazas y calles con paseos familiares. Para muchos, bastó con disfrutar de una comida y un bocadillo cerca del mar.

A pesar del intenso calor, no todos se animaron a llevar su traje de baño, una toalla y tumbarse en la arena. El cielo nublado al principio del día disuadió a algunos malagueños de su plan inicial. Sin embargo, Carmen Lavat y Lydia Rodríguez, dos jóvenes de la ciudad, no se amilanaron y decidieron ir a la playa de Guadalmar. Explicaron a SUR que evitaban La Malagueta debido a la masificación turística y falta de cuidado. Carmen aprovechó el día para trasladar la celebración del Día de la Madre a la noche, planeando cenar en el Centro.

Hacia el mediodía, la temperatura ya alcanzaba los 26 grados y el cielo comenzaba a despejarse, intensificando la sensación de calor con la presencia del sol. Las altas temperaturas continuaron durante el día, llegando casi a los 29 grados previstos para la tarde en la capital. En municipios como Coín, se rozaron los 30 grados debido a una masa de aire cálido atlántica que afectó a la provincia.

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