El restaurante Rocamar en Huelin tuvo el honor de recibir este Jueves Santo a una invitada muy especial: la reina Sofía. Esta no era la primera vez que la reina visitaba este establecimiento, según reveló la propietaria, Sofía Lucas. La visita de la reina Sofía transcurrió con sencillez y cercanía, sin grandes alborotos ni demandas especiales, lo que sorprendió gratamente a los demás clientes y al personal del chiringuito.
Según Sofía Lucas, la reina Sofía es una persona magnífica, cercana, simpática y muy agradecida. Esta fue la segunda visita de la reina al restaurante Rocamar, al cual considera su favorito. Acompañada por su hermana, la princesa Irene de Grecia y Dinamarca, la reina disfrutó de platos como sardinas, fritura y lenguado al horno. Destacó especialmente la calidad de las sardinas, llegando a felicitar personalmente al espetero por ellas.
Además, durante la comida, se celebraba el cumpleaños de un cliente que cumplía 62 años. Después de entonar el “cumpleaños feliz”, la reina Sofía se acercó personalmente al cumpleañero para felicitarlo. Estas muestras de cercanía y sencillez son características de la reina Sofía, según Sofía Lucas, quien se siente orgullosa de recibir a clientes ilustres pero no hace distinciones entre ellos, tratándolos a todos por igual.
A pesar de la ilustre visita, la propietaria del restaurante Rocamar destaca que todos los clientes son importantes para ella y que la reina Sofía tampoco busca un trato especial. La sencillez y la amabilidad de la reina Sofía quedaron patentes durante su visita, donde se comportó de manera natural y cercana con todos los presentes. Sin duda, la presencia de la reina Sofía en el chiringuito Rocamar creó un ambiente especial y lleno de sorpresas para todos los presentes en ese Jueves Santo.