Según el dicho popular, el Jueves Santo es conocido como uno de los tres días del año en los que brilla más que el sol. Sin embargo, este año la predicción no se cumplió, ya que el sol brillaba por su ausencia y las nubes y la amenaza de lluvia dominaban el panorama durante esta extraña Semana Santa. De las ocho cofradías programadas para desfilar, solo seis pudieron hacerlo, aunque con recortes en sus recorridos planificados. Zamarrilla y Misericordia decidieron no salir debido al pronóstico de lluvias para la madrugada, según informaban los partes meteorológicos.
La Hermandad de la Cena anunció que acortaría su recorrido de regreso para evitar la posible lluvia, eliminando algunas calles de su itinerario. La Hermandad de Zamarrilla, tras una reunión de su junta de gobierno, decidió suspender la salida de sus imágenes debido a la inestabilidad meteorológica. De manera similar, Misericordia también optó por no desfilar ese día, sumándose a las 18 cofradías que se vieron afectadas por las condiciones climáticas adversas, convirtiendo esta Semana Santa en una de las peores en décadas en términos de procesiones canceladas.
A pesar de todo, algunas hermandades lograron desfilar, como la Cena, Santa Cruz, Viñeros, Vera Cruz y Mena, esta última con la destacada presencia de la Reina Doña Sofía en el traslado de la mañana. La Archicofradía del Paso y la Esperanza también se unieron al recorrido oficial, adaptando su trayecto para seguir a Mena.
La plaza de la Constitución acogió la tradicional bendición del Nazareno del Paso en un momento emotivo, con la banda de cornetas de la archicofradía acompañando por primera vez la procesión. El alcalde, Francisco de la Torre, tuvo el honor de leer el soneto previo a la bendición.
A pesar de las condiciones climáticas desfavorables, el espíritu cofrade y la devoción se mantuvieron presentes en esta Semana Santa atípica, donde la incertidumbre meteorológica no logró opacar la fe y la tradición de los cofrades y fieles que participaron en las procesiones.