Hoy en día, la salud mental es un tema cada vez más relevante y la Iglesia Católica, en la celebración de la Pascua del Enfermo, ha destacado la importancia de cuidar este aspecto. Daniel Guerrero, profesor de Psicología del Centro Teológico, señala que existe una tendencia creciente en la sociedad actual hacia problemas como la ansiedad, la depresión y las dificultades para conciliar el sueño, que a menudo llevan al aumento en el consumo de medicamentos.
Según el Departamento de Pastoral de la Salud de la Conferencia Episcopal, estas problemáticas pueden tener múltiples causas, tanto externas como internas. Los factores externos como el ritmo de vida actual, el trabajo, la familia, los estudios o el desempleo, pueden generar estrés y ansiedad. Incluso actividades aparentemente positivas como el ocio o el deporte mal gestionados pueden desencadenar problemas de salud mental. Por otro lado, las decisiones internas que tomamos a diario pueden influir en nuestra salud mental, ya que cada elección que hacemos puede impactar en nuestro bienestar emocional y físico.
La Iglesia, consciente de esta realidad, dedica su Campaña del Enfermo a concienciar sobre el sufrimiento psicológico y ofrece pautas para acompañar a quienes lo padecen. Guerrero destaca la importancia de la normalización de la visita al psicólogo y el diálogo sobre los problemas mentales, ya que el simple hecho de comprender lo que nos sucede puede aliviar la carga emocional.
En este contexto, la Iglesia promueve la idea de “Dar esperanza en la tristeza”, como lema de la Campaña del Enfermo de este año. La esperanza se entiende como un estado de ánimo realista, que surge de la aceptación de la realidad y la presencia solidaria de otros. Acompañar a quienes sufren es fundamental en este proceso, y el simple acto de estar presente puede tener un efecto sanador en los enfermos. Los equipos de Pastoral de la Salud juegan un papel crucial en este acompañamiento, brindando consuelo y apoyo a quienes más lo necesitan.
En definitiva, cuidar la salud mental es un compromiso que nos concierne a todos, y ofrecer apoyo emocional a quienes lo necesitan es una forma poderosa de dar esperanza en medio de la tristeza. La solidaridad y la compasión son herramientas fundamentales para afrontar los desafíos que plantea la salud mental en la sociedad actual.