Ciudadanos tomó la decisión de presentar una solicitud de amparo al tribunal de garantías el pasado 8 de marzo, justo antes de la disolución del Parlament. El objetivo de esta acción era detener el proceso de tramitación de una medida que fue aprobada un mes antes por la Mesa, con el respaldo de Junts y la abstención de ERC, a pesar de que los letrados emitieron un informe desfavorable.
La medida en cuestión se había convertido en objeto de controversia y división entre los diferentes partidos políticos, debido a su naturaleza polémica y a la falta de consenso en su aprobación. Ciudadanos, en su papel de oposición, consideró que dicha medida era contraria a la legalidad y a los intereses de los ciudadanos, por lo que recurrió al tribunal de garantías en busca de protección y justicia.
La solicitud de amparo presentada por Ciudadanos fue un paso importante en su lucha por defender los principios democráticos y el respeto a las normas establecidas. La acción fue recibida con interés y atención por parte de la opinión pública, que seguía de cerca el desarrollo de los acontecimientos políticos en ese momento.
La decisión de Ciudadanos de recurrir al tribunal de garantías también fue vista como una muestra de su compromiso con la transparencia y la rendición de cuentas en la vida política. La formación política demostró una vez más su firmeza en la defensa de los valores democráticos y en la oposición a cualquier acto que considerara ilegal o perjudicial para el bienestar de la sociedad.
En definitiva, la solicitud de amparo presentada por Ciudadanos al tribunal de garantías marcó un antes y un después en la historia política de la región. La acción reflejó la determinación y la valentía de la formación política en su lucha por la justicia y el respeto a la legalidad. A pesar de los obstáculos y las críticas, Ciudadanos demostró su firme convicción en la defensa de los derechos y libertades de todos los ciudadanos.