Cada Lunes Santo, los miembros de la Hermandad del Santo Entierro de Cristo y Nuestra Señora de la Soledad salen a las calles de Ronda como parte de una tradición arraigada en la ciudad. Su objetivo es recaudar fondos para la estación de penitencia del próximo Viernes Santo, así como para su bolsa de caridad, destinada a ayudar a los más necesitados del barrio de San Francisco.
Más de veinte cofrades se unen a esta labor, portando una campana para anunciar su presencia y un pañuelo para recolectar donativos. Esta práctica se remonta al año 1574, cuando la Hermandad fue fundada con la misión de recaudar fondos para sepultar a sus hermanos fallecidos. Hoy en día, la recaudación se destina a cubrir parte de los gastos de la procesión, además de fines solidarios y sociales.
La peculiaridad de esta tradición radica en que solo se lleva a cabo los Lunes Santos. Para evitar confusiones, los pedidores llevan consigo una credencial identificativa que los acredita como miembros de la Hermandad. En el Barrio, son recibidos con cariño por las familias, que les ofrecen café, refrescos y tapas para reponer fuerzas durante su labor de recolección.
Estas costumbres rondeñas perduran en el tiempo y son parte fundamental de la Semana Santa en la ciudad. Es importante preservar y valorar estas tradiciones, que mantienen viva la esencia y el espíritu de la celebración religiosa.