El proceso de canonización de Fray Leopoldo de Alpandeire, el fraile limosnero que fue beatificado el 12 de septiembre de 2010 en Armilla (Granada), continúa en espera de que alguno de los favores recibidos pueda ser considerado como un posible milagro y trasladado al Vaticano. A través de cartas, comunicaciones orales y en línea, los fieles comparten alrededor de una treintena de testimonios cada mes con los monjes capuchinos, quienes aún no han enviado ninguno de estos casos para su examen.
A pesar de que se han reportado casos de alivio de dolores físicos y resultados positivos en biopsias después de oraciones prolongadas, hasta el momento ninguno ha sido considerado como milagroso. Solo un caso fue presentado al Vaticano en 2011, luego de la beatificación, pero fue rechazado porque el milagro debe haber ocurrido después de este proceso.
Fray Leopoldo dedicó su vida a la limosna y a la devoción por la Virgen, siendo reconocido por su labor caritativa y su fe inquebrantable. Aunque no ha sido canonizado, miles de personas visitan anualmente su cripta en la que descansan sus restos en los Jardines del Triunfo, en Granada capital.